Es una tarde de sábado, el sol se ocultaba por la llanura del horizonte, como perdonando los hechos del día, la luna se asomaba tan sensual como siempre, mi vida transcurría como la de cualquier otro, un sonido emitido por mi teléfono anunciaba un nuevo mensaje, el asunto, una disculpa por adelantado, leí las letras acomodadas en párrafos que parecía que estaban escritos por un robot, muy fríos, anunciando una cita a la cual tenia la opción de asistir o desistir, mi corazón se acelero cuando me percate del remitente, hace tanto tiempo que no veía su nombre escrito en mi teléfono, un escalofrió invadió todo mi ser, el pulso aumentaba cada que acomodaba las letras para poder leer las palabras, me quede estático por un momento.
De vuelta a la realidad, ya habían pasado varios minutos y yo seguía con la misma cara de idiota leyendo una y otra ves ese mensaje, lo respondí a la brevedad pero a este no recibí respuesta alguna.
Las sospechas no se hicieron esperar, tal ves una broma de mal gusto pensé, justo cuando leí la frase “no es broma”, hizo más sospechosa la veracidad del comunicado, esa misma noche lo confirme por otra vía. Aun así no lo pude creer; claro que acudiría a ese llamado, no pude dormir en toda la noche.
Al día siguiente los planetas parecieran haberse alineado y como por arte de magia mis horarios en las respectivas tareas se acomodaron de tal forma que me dieron mucho tiempo libre para acudir a la cita, esto no hubiera cambiado en nada puesto que tenía pensado ir de cualquier manera.
El reloj anunciaban la hora pactada, llegue a tiempo, a decir verdad llegue un poco antes de la hora en punto, mis manos sudaban, el corazón latía cada ves mas rápido, pues después de 3 años de no verla me ponía demasiado nervioso, me sentía como un recién enamorado esperando a la chica en su primer cita. El reloj avanzaba mi mente dibujaba en el aire todos los escenarios posibles por los cuales no llegaba, el teléfono móvil ahora es mi mejor aliado, llame y me contesto… escuchar su voz una ves mas era un regalo de Dios, mas aun cuando se excusaba por un mal servicio de el transporte colectivo, mi corazón descanso y espere cinco minutos mas.
La gente pasaba por la calle, nadie se imaginaba que ocurriría un suceso que cambiaria mi vida por completo, yo sentado en la jardinera de una calle de el centro de la ciudad, buscaba en cada persona que transitaba casualmente por esa calle, su rostro, ese que jamás podre olvidar. De pronto ahí estaba, postrada frente a mi su silueta, no has cambiado nada pensé, la coincidencia, el morado nos envolvía en el mismo tono, un beso en la mejilla como protocolo, seguido de un hola.
Tomamos café, hablamos y reímos, nos pusimos al tanto de lo que en nuestras vidas separados habían hecho eco, una cosa llevo a la otra, no se como ella termino en mis brazos.
La escena digna de cualquier comedia taquillera de Hollywood, ella aferrada a mi cuello, yo con sus piernas en mis brazos, las miradas clavadas en los ojos, una extraña sensación me invadió como si fuese la primera vez que la miraba, volvimos a la realidad no se concreto ese beso que yo añoraba. Fui un tonto, me repetía sin parar en mi mente algo distraído la tarde nos alcanzo, el adiós fue el mas doloroso que tuve hasta ahora, un abrazo de despedida, la sensación de volver a tener su pecho aprisionado con el mío, la fuerza con la que me sujetaba, me demostraba que jamás me olvido, la bese en tres ocasiones, dos en la frente una en la mejilla y mi mano resbalando sobre su rostro, no olvidare la expresión de su cara, las palabras que emanaban de su boca, anunciaban un encuentro mas adelante.
Mi vida dio un giro, confirme una ves mas que ella es el amor de mi vida, ahora solo resta sabes si yo soy el amor de su vida, pero eso solo el tiempo lo dirá.
[Actualizado]
Ya paso un tiempo y creo que la respuesta es no... no soy el amor de su vida, no me suicidare, ni nada por el estilo pero es bueno saberlo. Al final del día creo que soy victima de mis errores y solo pago el precio de lo que en un tiempo provoque. Me dio gusto cruzarme por tu vida, alterar tu rumbo y dejarte ir.sabes que siempre estare para ti, pero por ahora solo me queda decirte adios amor, adios...
De vuelta a la realidad, ya habían pasado varios minutos y yo seguía con la misma cara de idiota leyendo una y otra ves ese mensaje, lo respondí a la brevedad pero a este no recibí respuesta alguna.
Las sospechas no se hicieron esperar, tal ves una broma de mal gusto pensé, justo cuando leí la frase “no es broma”, hizo más sospechosa la veracidad del comunicado, esa misma noche lo confirme por otra vía. Aun así no lo pude creer; claro que acudiría a ese llamado, no pude dormir en toda la noche.
Al día siguiente los planetas parecieran haberse alineado y como por arte de magia mis horarios en las respectivas tareas se acomodaron de tal forma que me dieron mucho tiempo libre para acudir a la cita, esto no hubiera cambiado en nada puesto que tenía pensado ir de cualquier manera.
El reloj anunciaban la hora pactada, llegue a tiempo, a decir verdad llegue un poco antes de la hora en punto, mis manos sudaban, el corazón latía cada ves mas rápido, pues después de 3 años de no verla me ponía demasiado nervioso, me sentía como un recién enamorado esperando a la chica en su primer cita. El reloj avanzaba mi mente dibujaba en el aire todos los escenarios posibles por los cuales no llegaba, el teléfono móvil ahora es mi mejor aliado, llame y me contesto… escuchar su voz una ves mas era un regalo de Dios, mas aun cuando se excusaba por un mal servicio de el transporte colectivo, mi corazón descanso y espere cinco minutos mas.
La gente pasaba por la calle, nadie se imaginaba que ocurriría un suceso que cambiaria mi vida por completo, yo sentado en la jardinera de una calle de el centro de la ciudad, buscaba en cada persona que transitaba casualmente por esa calle, su rostro, ese que jamás podre olvidar. De pronto ahí estaba, postrada frente a mi su silueta, no has cambiado nada pensé, la coincidencia, el morado nos envolvía en el mismo tono, un beso en la mejilla como protocolo, seguido de un hola.
Tomamos café, hablamos y reímos, nos pusimos al tanto de lo que en nuestras vidas separados habían hecho eco, una cosa llevo a la otra, no se como ella termino en mis brazos.
La escena digna de cualquier comedia taquillera de Hollywood, ella aferrada a mi cuello, yo con sus piernas en mis brazos, las miradas clavadas en los ojos, una extraña sensación me invadió como si fuese la primera vez que la miraba, volvimos a la realidad no se concreto ese beso que yo añoraba. Fui un tonto, me repetía sin parar en mi mente algo distraído la tarde nos alcanzo, el adiós fue el mas doloroso que tuve hasta ahora, un abrazo de despedida, la sensación de volver a tener su pecho aprisionado con el mío, la fuerza con la que me sujetaba, me demostraba que jamás me olvido, la bese en tres ocasiones, dos en la frente una en la mejilla y mi mano resbalando sobre su rostro, no olvidare la expresión de su cara, las palabras que emanaban de su boca, anunciaban un encuentro mas adelante.
Mi vida dio un giro, confirme una ves mas que ella es el amor de mi vida, ahora solo resta sabes si yo soy el amor de su vida, pero eso solo el tiempo lo dirá.
[Actualizado]
Ya paso un tiempo y creo que la respuesta es no... no soy el amor de su vida, no me suicidare, ni nada por el estilo pero es bueno saberlo. Al final del día creo que soy victima de mis errores y solo pago el precio de lo que en un tiempo provoque. Me dio gusto cruzarme por tu vida, alterar tu rumbo y dejarte ir.sabes que siempre estare para ti, pero por ahora solo me queda decirte adios amor, adios...
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