Entre cuestiones autóctonas y tropicalizaciones ajenas a las raíces, mi ofrenda no se basa en recordar a quien ya no esta por los que ya no están la típica remembranza de las cualidades y acciones que, cotidianamente realizaba a su muy particular estilo; no por ello me olvido de quien cambio mi vida al entrar y salir de ella.
Esta ofrenda, un poco mas egoísta, esta a la vida que año con año muere, cual fénix por que al mismo tiempo renace una nueva, en este caso en especial, me desconozco de lo que fui hace un año, hoy con la nueva actitud de incluirme en la vida de alguien mas, que ella me incluya en su vida, como la sal en comida, diario y necesario, en ocasiones mas, o otras tantas menos, pero siempre presente.
El año siguiente a partir de hoy estará llenos de duelos, crecer, compartir y madurar, el brindar la seguridad y paz. de la misma manera el proponer cosas nuevas, decisiones inéditas en versiones anteriores y de dudosa repetición, el elegir seguir un camino que espero, dure el resto del andar.
Mi ofrenda es para mi, el yo de hace un año que ya no esta, que por fortuna salio, también recordare a quien estuvo, e imaginare que me hubiera dicho, si lo se, pero me gusta imaginar como me diría las palabras de aliento, los regaños en sus palabras, por que recuerdo tan bien a quien ya no esta, lo que hubiera dicho, de mis malas decisiones y de mis aciertos, de mis locuras y estupideces.
La ofrenda también es para quien viene, para exponerme y que se de a la idea de lo que se atiene para cuando entre a mi vida.
« A nosotros nos toca la peor parte, pues ustedes con jubilo nos ven nacer, y nosotros con tristeza los vemos morir » .- Tus hijos.
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