Un recuerdo que nunca viví, pero lo hice mío, esa experiencia la cual no experimente nunca, aprendí la lección.
No tengo claro cuantas personas hacen esto pero yo tome una anécdota
de alguien mas y la hice mía, ese recuerdo de la situación que nunca viví, lo
recuerdo como si fuera mío, me lo apropie, lo robe de la memoria de otra
persona y si; aprendí la lección.
Tomar al que no te corresponde esta mal, pero esta vivencia
la hice mía, la defiendo como si yo hubiera sido el protagonista de la situación,
la hice mía, y no me da pena aceptarlo, pues ese recuerdo ya es mío, y lo
comparto con el mundo bajo mi copyright, bajo mi sello, bajo me distintivo.
Siento celos de que el dueño del recuerdo lo cuente, pues es
mío y de nadie mas, siento como si el me lo hubiera robado a mi, cuando no fue así,
me siento desprotegido, pues alguien mas podría o hizo lo mismo con alguna
vivencia que le conté en algún momento de mi vida.
Soy un ladrón del recuerdo, del olvido, la efímera situación
que alguien mas desperdicio con su presencia, hurte la experiencia con saña,
con alevosía y mucha ventaja, poniendo atención a cada detalle para que nadie jamás
se la pudiera apropiar, despoje de ese recuerdo a su dueño, lo usurpe, tal vez
el propietario ya ni lo extrañe, es mas no lo recuerde pues nunca lo vivió.
Soy el poseedor de ese recuerdo y no me apena decirlo, soy
su dueño y nadie me lo robara jamás.
Etiquetas:
pequeños relatos,
personal
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