A veces cuando me acompaña la soledad me gusta crear mundos paralelos, universos en el que todas la posibilidades se hacen realidad, me agrada tener una idea de lo que en algún momento pude tener y no tengo, el abanico de posibilidades es infinito y en cada uno tengo una vida diferente. Por ejemplo...
El algún universo, no te deje ir, formamos una familia, solemos ser felices, tenemos un hija que se llama Valeria y a Eulalio nuestro gato; vivimos en una casa pequeña pero acogedora, se respira el calor del hogar, yo tengo un negocio propio de diseño web y tu me ayudas, tenemos lo que necesitamos, no mas ni menos, la vida transcurre como sacada de alguna obra literaria.
En otro, soy un escritor de novelas, tengo una novia despampanante y me acaban de dar un premio por una obra de ciencia ficción, hasta harán una versión para el cine, soy exitoso. En una ocasión cuando llovía, mientras veía pasar el tiempo desde una cafetería, uno de mis lugares favoritos para inspirarme, me deje llevar por el vaivén de las gotas, imagine mi próxima novela, hablaría de el caos total en un mundo lejos del nuestro, de cómo una raza era extinguida por la rabia de la naturaleza propia del lugar, cuando parecía que ya no haba esperanza, un rayo de luz ilumino aquel desolado panorama. Seria un gran best seller.
Me gusta ver la lluvia caer y me podría pasar horas mirando e imaginando la historia atrás de cada gota que muere con el impacto en suelo... la lluvia con una taza de café humeante o un chocolate con malvaviscos, todo pasa en un instante y es eso lo que lo hace tan emocionante… me gusta ver la lluvia caer y con ella imaginar mis universos.
Etiquetas:
pequeños relatos
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